La Luz absorbe selectivamente la melanina y viaja a través del pelo asegurando la destrucción del bulbo piloso, respetando al máximo la piel y permitiendo un tratamiento eficaz y seguro.
Es conveniente que la zona a depilar no esté bronceada. Se recomienda no tomar el sol un mes antes ni 15 días después del tratamiento. La zona no debe depilarse con cera, pinzas, cremas depilatorias o máquinas eléctricas, y es necesario asistir a la primera sesión con pelo visible, para determinar los parámetros de la depilación.
Se hacen sesiones cada 1 o 2 meses dependiendo de la velocidad de crecimiento del pelo.